VERDURAS RELLENAS

Altamiras, ingenioso, rellenaba sus verduras después de vaciarlas con una caña de río afilada para crear huecos largos y redondas en sus calabazas, cebollas y pepinos. Hoy en día se puede utilizar una peladora de patatas y, una vez rellenas las verduras, se pochan en caldo, cada una con su tiempo de cocción, llevando el líquido a burbujear pero no hervir. Así la verdura no se rompe y el caldo va reduciéndose poco a poco hasta conseguir una salsa de brillo y sabor intenso, aromatizado si quieres con aceite de oliva y ajo, o azafrán, o vino dulce. Altamiras cuenta el método por estos platos en un estilo jocoso, sugiriendo variaciones – añade jamón curado, pollo y salchicha a sus pepinos – y regala a los lectores una de sus frases más juguetonas refiriéndose al cuidado que falta rellenando las hojas de una lechuga: “como te digo, podrás jugar con la lechuga como con la pelota, mas no las tires, si quieres ganar la pasada….”