ACEITUNAS EN ADOBO

De vez en cuando amigos que cultivan olivos regalan una bolsa de aceitunas de su cosecha o un mercado ofrece la fruta cruda verde, negra o morada. La receta de Altamiras sirve bien en los dos casos porque cubre todo el proceso y ofrece variaciones de adobos. Uno de ellos – con hinojo, laurel, tomillo, cascos de naranja y sal – no es tan distinto a recetas modernas, pero su primer infusión, con tomillo, pimienta, limón, azafrán, hojas de laurel y olivos, ofrece un dulzor salado antiguo buenísimo en maridajes con copas. Merece la pena buscar especias, sal y agua mineral de calidad para lograr la fragrancia de las especias y una salinidad sutil. Puedes aromatizar aceitunas ya conservadas de la misma manera, lavando la fruta en agua fría y dejándola macerar una quincena en la nevera. Me gusta prepararlas con almendras fritas en aceite de oliva para acompañar un generoso o palo cortado de Jerez, un maridaje que ofrece una cata de sabores y aromas que no han cambiado en varios siglos.

